Marky se viste hoy de la misma forma que lo hacía cuando tocaba la batería junto a los tres miembros originales de The Ramones (Joey, Johnny y Dee Dee, quienes adoptaron el apellido Ramone para dar a entender que el grupo era como una familia). La banda, pionera del movimiento punk en Estados Unidos, con un sonido directo, simple y rápido, y una estética minimalista en rechazo a la pompa y el barroco del llamado rock progresivo que dominaba la escena musical, selló el punto de partida de uno de los grandes fenómenos de la música del siglo XX.
The Ramones plantó la bandera del punk en Nueva York desde el icónico club CBGB, donde compartió con artistas de punk y new wave como Patti Smith, Blondie y Talking Heads. Inspiraron a toda una generación y a la mayor parte de las bandas de punk que nacieron durante los 70.
“Estuve en la banda por 15 años, hice 10 álbumes de estudio y toqué en 1.700 conciertos con ellos”, dice, Marky mientras bebe un sorbo de cerveza. “Me siento aún capaz de llevar este legado alrededor del mundo y lo voy a seguir haciendo hasta que me sienta capaz físicamente”, agrega.
¿Qué sensaciones tiene al llevar el legado de esta banda icónica del punk a todo el mundo?
Estuve en la banda The Ramones por 15 años, hice 10 álbumes de estudio con ellos, y toqué en 1.700 conciertos con ellos y me siento aún capaz de llevar ese legado alrededor del mundo, y lo voy a seguir haciendo hasta que me sienta capaz físicamente.
Estuvo en dos etapas distintas en la banda. Fueron muy diferentes esas dos épocas?
Fue exactamente lo mismo, no cambió nada tras irme y regresar. Fue el mismo estilo, la música, todo. Recién volví a la banda grabamos el tema principal de la película Pet Sematary (Cementerio de mascotas), basado en un libro de Stephen King. Me sentía como si no me hubiera ido nunca de la banda, la sensación de volver con mis amigos y compañeros de la banda era fenomenal. No hubo ningún cambio, todo siguió exactamente igual.
¿Qué espera Marky de los fanáticos que nunca han visto tocar a la banda?
Estoy acostumbrado a tocar en festivales muy grandes. Recientemente toqué en Chile ante unas 25.000 personas y me sorprendió bastante ver a los jóvenes coreando las canciones de The Ramones, se las sabían todas. Ver a adolescentes y a jóvenes cantando las canciones de la banda me llena de energía para seguir tocando y soy feliz con la idea de encontrar muchos fans escuchar nuestras canciones.
The Ramones siempre se alejó de lo comercial. ¿Qué opina de la música actual?
La música se ha convertido en un negocio. Lo único que veo son músicos utilizando ‘pistas’ (sonido pregrabado), utilizando sintetizador, la tecnología, pero me place que muchas personas están volviendo atrás, a escuchar la música en vivo, la que es realizada solamente con instrumentos. Es mi opinión y puedo estar equivocado, pero creo que hay mucha gente que quiere volver a lo básico, como se hacía música antes.
Con el ascenso de géneros como el hip hop, el rap y el reguetón en el mundo, se habla de la muerte del rock. ¿Está muerto el rock?
El rock es mucho más grande que cualquier opinión. Es curioso que se habla de la muerte del rock cuando veo que hoy en día la gente joven está regresando a escuchar The Beatles, The Rolling Stones, The Who. No debería criticar los gustos porque todas las personas tienen gustos diferentes, todos somos distintos, si les gusta el hip hop, bien, si les gusta el rap, bien, si les gusta el heavy metal o el punk, maravilloso, pero estamos asistiendo a un momento en el que la gente quiere volver a escuchar la música de las grandes bandas y está volviendo a los orígenes del rock and roll.
Tras la disolución de la banda en 1996, ¿en qué proyectos ha estado?
Estoy en un proyecto muy personal, mi propia banda, he escrito 30 canciones y quería que la gente conociera cómo suena la banda que yo he conformado. Después de que fallecieron los miembros de la banda, me dije que quería retomar todo el proyecto de The Ramones, eso era lo que tenía que hacer y lo hice. Incluso cuando tocaba con la banda participaba de la composición de canciones. Entonces dije, tengo que volver a lo que hacía desde 1978.
¿Ustedes tuvieron un romance sólido con Argentina. ¿Cómo surgió y por qué fue tan fuerte?
Lo de Argentina fue algo parecido a lo que ocurrió con The Beatles, pero diez veces más grande. Cuando fuimos la primera vez a Argentina cientos de fans nos perseguían y casi no podíamos salir del hotel, todo el mundo nos perseguía. Y seguimos yendo a Argentina y siempre veíamos esa energía y ese contacto tan íntimo con los fans. El año pasado me nombraron ciudadano honorable de Argentina y la verdad que no esperaba eso. Para todos los integrantes de The Ramones fue una experiencia muy sorprendente ver que la banda fuera tan aceptada y les gustara tanto en Suramérica.
¿Cómo se vivía la tensión entre Johny y Joe dentro de la banda?
En la banda no había líderes, éramos hermanos. Cuando tienes una banda tienes una familia, un montón de hermanos, un montón de amigos. Sí había, a veces, algunos desacuerdos, discusiones, pero la música era lo que realmente nos unía, y por ella siempre dejábamos lo demás de lado, sobre todo cuando estábamos en los conciertos y presentaciones. Si había alguna tensión entre Johny y Joe, nosotros mismos la resolvíamos o se dejaba así y al día siguiente le buscábamos una solución. Las noticias sobre esa supuesta pelea entre ellos y entre los miembros del grupo eran algo sensacionalistas. Pero al final todo se resolvía. Si alguien molestaba a Johny, Joe lo defendía, y viceversa. Siempre éramos como una familia y estábamos en el escenario haciendo lo que nos gustaba y todo lo demás quedaba de lado.
¿Qué significó para The Ramones ser el germen del punk y el new wave que estalló con Blondie, The Clash y Talking Heads?
Muy agradecidos y muy felices de que todas esas maravillosas bandas nos tuvieran como influencia. En ese tiempo nadie tocaba como The Ramones, pero estábamos muy agradecidos de que bandas en todo el mundo, como México, Brasil, Argentina, Chile, Inglaterra, Japón estuvieran influenciadas por nosotros, y que crearan bandas teniendo en cuenta la influencia nuetra.
Fuente: El Tiempo (Colombia)
