Sobre el final de este jueves, representantes del Ministerio de Justicia se haría presente en el barrio Piedrabuena de Lugano para quitarle a Pity Álvarez la tobillera electrónica que le fuera colocada hace exactamente tres meses. La decisión del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 29 de Capital Federal se basa en que, para los jueces, otorgarle ese beneficio al ex cantante de Viejas Locas e Intoxicados no supone entorpecimiento en la investigación ni implica peligro de fuga.
El tribunal que lo juzgará el año próximo por el homicidio de Cristian Díaz le había concedido el arresto domiciliario el 29 de junio, luego de que estuviera detenido en el programa Prisma del penal de Ezeiza.
La decisión de los jueces implica que, hasta la fecha de comienzo del juicio -establecida para el 22 de febrero de 2023-, Álvarez disfrutará de un régimen morigerado, que le permitirá circular más allá de su domicilio, un beneficio al que hasta ahora la tobillera le impide acceder.
Para lograr este permiso, la madre del músico detenido desde julio de 2018 prometió “asumir el compromiso de constituirse como referente de su hijo a los fines del cumplimiento de las obligaciones que eventualmente se le impusieran”. De acuerdo con fuentes judiciales, la presencia de su madre es fundamental para contener a Álvarez. La mujer incluso rechazó el botón antipático que la justicia le ofreció cuando se ordenó que su hijo llevara un dispositivo electrónico de seguimiento.
La justicia impuso a Álvarez una serie de requisitos para otorgarle el beneficio. Entre otras conductas, deberá “abstenerse de consumir bebidas alcohólicas y estupefacientes” y no concurrir a “espectáculos públicos y comercios de expendio de bebidas alcohólicas”, lo cual implica que no podrá realizar conciertos. Además tiene restringida la salida del país, y deberá solicitar autorización para salir de la zona AMBA. Tampoco puede acercarse a menos de doscientos metros de la familia y los allegados de Cristian Díaz, su víctima.
En el entorno de Álvarez son optimistas con su comportamiento, ya que “transcurrió la domiciliaria sin incumplimientos y con tranquilidad”, explicó una fuente cercana. “Acató todas las normas de conducta y se comunicó con el poder judicial siempre que fue necesario. Además tuvo un trato muy ameno en las distintas visitas que recibió por la causa y varios funcionarios indican que fue adorable”, añadió.
A la vez, la justicia dispuso que el músico continúe el tratamiento psiquiátrico ambulatorio que inició cuando se le permitió abandonar la unidad penal de Ezeiza. Álvarez también tiene comorbilidades como diabetes, EPOC e hipertensión, que obligan a atender su estado de salud integral.
Fuente pagina12.com.ar
